Hace un tiempo, comentábamos por aquí que salía a la venta un álbum de Los Pitufos en edición nacional (Si ni lo recuerdan, fue acá: https://www.facebook.com/Historiasenvinetas/posts/746261629328041). Publicado por la novísima Editorial Merci en Diciembre del 2020, este álbum promete ser el primero de muchos. Según tengo entendido, y si las ventas acompañan, la idea de la editorial es publicar todos los álbumes de Los Pitufos (Tanto los clásicos como los nuevos) y sumar algún otro título de la BD. Todo eso está en veremos, pero lo que es un hecho es que ya tenemos el primer tomo, lo leímos vorazmente y los invitamos a embarcarse en un viaje nostálgico a la infancia de los niños de la década del 80.
Ya he comentado muchas veces por aquí, y también en los podcasts de Archivo de Cómics, mi relación con los pequeños duendes azules, pero como el público se renueva… La Pitufomanía de mediados de los 80´s me agarró con 6 años y me embriagó rápidamente. Fui recontra fan de los dibujos animados, tuve muchos de los muñecos de PVC (Sobre los que después se esparció la leyenda de que estaban malditos…), y sus historietas se encuentran entre mis primeras lecturas. Tanto Editorial Tucumán como Grupo Editorial Zeta publicaron Los Pitufos en Argentina en formato revista de 24 o 48 páginas, y todas las que conseguí en su momento las leí repetidas veces. Pero, al cruzar la barrera de los 7 u 8 años dejé la aldea pitufa para mudarme a las ciudades de los Superhéroes y nunca más volví a leerlos…
Hace algunos años conseguí un box set que venía con tres álbumes de Los Pitufos, editado por Papercutz, para acompañar el estreno de alguna de las pelis que tuvieron en los últimos años. Recién ahí, con casi 40 años y a más de 30 de haber leído Los Pitufos por última vez, me reencontré con ellos. Lo que me sorprendió enormemente fue que, a pesar del tiempo transcurrido, muchas viñetas me habían quedado grabadas en la memoria, mientras que otras me despertaban recuerdos olvidados de la infancia… Fue mágico. Además, redescubrí la hermosura de esas historias llenas de magia, diversión y creatividad. A partir de ahí, intenté conseguir algunas de las ediciones nacionales de los 80´s, pero se hizo cuesta arriba. Fue por eso que el anuncio de una nueva edición nacional fue recibido gratamente, además de que pone a un clásico indiscutido del medio al alcance de nuevos lectores, como debe ser.
El álbum en cuestión se extiende por más de 100 páginas y trae cinco historietas completas. La primera de ellas se llama “Los Pitufos negros” y es una historia a la que los tiempos que corren han empapado de actualidad. Un insecto pica a un pitufito y lo enferma. Se vuelve de color negro, pierde el control y busca contagiar a otros mordiéndoles la cola. Mordida a mordida, la enfermedad se va expandiendo por toda la aldea, mientras que Papá Pitufo y los Pitufos sanos buscan una cura que frene la pandemia (JA!) y devuelva todo a la normalidad.
Sigue con una de mis historias favoritas de todas, llamada “El Pitufo volador”. Un Pitufo se obsesiona con la idea de volar y empieza a diseñar un motón de artefactos para lograrlo, utilizando cualquier objeto propio o ajeno. Con sus inventos volverá loca a toda la aldea…
En la tercera historia se produce el primer encuentro con el cruel Gárgamel. En “El ladrón de Pitufos” el brujo busca recrear la piedra filosofal, que permite transmutar cualquier material en oro. Según la fórmula de un viejo libro de hechicería, necesita incluir un Pitufo en el brebaje para conseguirlo. Logra capturar a uno de los duendes, pero los 99 restantes se colarán en la casa de Gárgamel para rescatar a su hermano.
Sigue la historia que da nombre al libro, El Pitufísimo. Papá Pitufo abandona la aldea por unos días y Los Pitufos no se ponen de acuerdo en quien debe quedar al mando hasta su regreso. Convocan a elecciones, hacen campaña y votan. El Pitufo electo, de a poco se transforma en un déspota que propicia que muchos Pitufos se escapen de la aldea y comiencen a tramar planes para derrocarlo mediante una guerra pituficivil.
¨Pitufonía en Ut” es la historia que cierra el libro, en la que un Pitufo que no consigue hacer sonar bien ningún instrumento es apartado de la orquesta pitufa. Ofendido, cae en la trampa de Gárgamel, quien disfrazado de Hada Madrina le regala una especia de flauta que, con su sonido, sume a toda la aldea en un profundo sueño dejándolos a merced del brujo…
Estos personajes tan famosos fueron creados por Peyo (Pseudónimo del artista Pierre Culliford) como secundarios en uno de los álbumes de Johan & Pirluit (Un joven escudero y su ayudante, quienes solían aparecer en la serie animada, aunque no recuerdo con que nombres los habían rebautizado). Peyo está a cargo del arte y el guion en todas las historias, aunque cuenta con la ayuda de Yvan Delporte para esta última tarea.
En mi caso, claramente hay un componente emocional que me impide lograr cierta objetividad para con estas historias, pero son realmente maravillosas. A pesar de la aparente simpleza con que se plantean tanto los personajes como las tramas, hay un nivel de creatividad extraordinariamente alto. Las historias están plagadas de humor, tanto en los textos como en lo gráfico, y este se introduce desde todos los ángulos. Por empezar desde el idioma de Los Pitufos, con el que hacen un despliegue de genialidad en general, pero muy especialmente en los discursos de Los Pitufos candidatos a elecciones. Claro que también usan recursos clásicos como la repetición, el gag físico, los estereotipos aplicados a Los Pitufos, los golpes y las caídas, etc. Pero no todo es broma en la aldea, en estas historias también se habla de las responsabilidades con uno mismo y con su comunidad, de la fraternidad, del valor del trabajo, de la amistad, de como aprender de los errores, del amor a la naturaleza entre otras cosas. Pero todo sutilmente inmerso dentro de una historia que te divierte de principio a fin.
Y Peyo hace maravillas con el dibujo, crea viñetas inolvidables que se te graban en la mente y el corazón de por vida (Como comentaba más arriba). Los diseños tan simples, con esos protagonistas todos iguales, logran una variedad de expresiones, emociones y situaciones que son incomparables. Hay tanto detalle en estas viñetas, que te invitan a recorrerlas detenidamente y descubrir todo lo que rodea a Los Pitufos y su mundo, desde esas hermosas casitas dentro de los hongos, pasando por los bosques de zarzaparrilla y la represa Pitufa, hasta el castillo donde moran el malvado Gárgamel y su fiel Azrael. Un mundo mágico y maravilloso que fue dueño de las fantasías de varias generaciones y esperamos que, a través de estas nuevas ediciones, invite también a las futuras.
La edición de Merci es impecable en cuanto a calidad, papel e impresión. Utilizan el mismo tamaño reducido que Ovni Press (17x24 cm), pero aquí la diferencia con el original se siente un poco más. El dibujo de Peyo se aprecia mucho mas en el tamaño tradicional que tiene el álbum europeo, aunque sabemos que es este formato reducido el que permite que las ediciones locales puedan mantener un precio razonable… Pero como dijimos, la calidad de la edición compensa este detalle y esperamos ansiosos la llegada de los nuevos y pitufantes tomos!!!
- “Mañana van a pitufar a las urnas para pitufar al que ha de ser vuestro Pitufo. ¿Y a quién van a pitufar con su voto? ¿A cualquier Pitufo que no pitufa más allá de su pitufo? ¡No! Necesitan un Pitufo fuerte en quien puedan pitufar sin pitufo.”
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