Vamos con la última lectura comentada del año. Hacía mucho tiempo que una historieta no me generaba tanto interés como el “Fantastic Four: Full Circle” de Alex Ross. Que haya nuevas obras de Ross siempre son buenas noticias, pero esta en particular fue muy anticipada, se compartían bocetos, páginas, Alex subía videos en su canal con adelantos y todo este combo solo aumentaba más la expectativa que teníamos. Finalmente fue publicado por Abrams ComicArts en asociación con Marvel hace unos meses y, ni bien estuvo disponible para compra online, lo pedí de inmediato como el cabeza caliente que soy… Y no me arrepiento!
La historia es una suerte de secuela del célebre “Fantastic
Four #51: This man… this Monster!” de Stan Lee & Jack Kirby (Del que
compartimos alguna página por aquí: https://www.facebook.com/Historiasenvinetas/posts/pfbid02Aw3G146U6FguZARZHLx7Nssh8ELYgmjZJBXUx2bTH5gbms1TVHP6tEv5kcgWy4jql ),
en el que un científico celoso del poder de Ben Grimm, le roba su aspecto y poderes tomando su lugar y embarcándose en una aventura hacia la zona negativa
junto a Reed. Sin embargo, junto con los poderes de Ben parte de su heroísmo y
humanidad inundan el alma del científico quien, en apariencia, termina
sacrificándose para salvar la vida de Mr. Fantastic.
Esta historieta comienza una noche, varios años después,
cuando una figura ataviada en ropajes negro irrumpe en el edificio Baxter y ante
la presencia de los FF se desploma. Lo ponen en una camilla y se sorprenden al
descubrir que es aquel científico que robara la identidad de Ben tiempo atrás.
De pronto, comienzan a salir de su boca un montón de bichos negros que atacan a
la primera familia, ataque que logran detener gracias a los sistemas defensivos
del edificio. Reed investiga el cadáver y llega a la conclusión de que lo
habían usado como un portal desde la Zona Negativa, de donde viene el ataque…
Obviamente, se equipan y salen hacia la dimensión de materia negativa, donde
rápidamente son abordados y secuestrados por Janus, the Nega-Man, un antiguo
compañero de estudios de Reed que se obsesionó con el universo de antimateria y
terminó muerto (Otra vez, aparentemente…) en la Zona Negativa. El plan de Janus
consiste en apresar seres de materia positiva para usarlos como portadores de
sus pequeños monstruos negros y así poder cruzar a nuestro universo para
invadirlo… Los Fantastic Four deberán liberarse, detener el plan de Janus e
intentar volver sanos y salvos a casa…
Alex Ross se calza la 10 para convertirse en autor integral
y así poder auto cumplirse todos los deseos. Si bien la historia es simple y algo
trillada (Incluso la propia Sue dice en un momento: “En serio, pensé que este
podría llegar a ser un plan malvado original en algún momento”), a mi entender
tiene dos objetivos claros. El primero es contar una aventura que podría
enmarcarse en los días en que Lee y Kirby estaban al frente del título, que
tenga ese espíritu entre aventurero y familiar que se volvió marca registrada
de los FF. El otro, es hacer pasar la historieta por todas las situaciones que
Ross tenía ganas de interpretar con su arte, así tenemos al edificio Baxter con
su sistema defensivo, viajes entre dimensiones, un mundo nuevo en la Tierra de
antimateria, la gloriosa Zona Negativa, una breve aparición de Annihilus,
flashbacks al FF #51, el despliegue de poderes de los FF, nuevas razas,
construcciones y maquinarías, vehículos increíbles y también situaciones
domésticas y familiares. La historia es previsible tal vez, pero entretenida y,
siendo sinceros, totalmente secundaria… El plato fuerte se lo lleva, como
siempre que este autor firma un trabajo, el arte de Ross, que en esta
oportunidad muestra una nueva faceta.
Según palabras del propio autor, su intención fue encontrar
un punto de unión entre su trabajo y el de Kirby. Por este motivo se aleja del
tradicional estilo pictórico al que nos tiene acostumbrados y prueba otras
variables. El lugar en donde más consigue esa unión Ross-Kirby es en el sentido
de asombro que destilan estas páginas. Tal como sucedía con el trabajo del Rey,
Ross logra que cada página sea una aventura en sí misma, el dinamismo salta de
las viñetas para dejarnos boquiabiertos e incapaces de avanzar por no poder
dejar de ver la maravilla que tenemos enfrente. También homenajea a Kirby con
los viajes interdimensionales, en los que compone páginas superponiendo su dibujo
a un fondo extraño e irreconocible, y en la recurrente aparición de monstruos,
nuevas razas y maquinaria futurística.
Aunque a la mayoría nos resulte imposible de creer, Alex Ross tiene detractores que, si bien lo consideran un ilustrador fuera de serie, suponen que es un mal historietista… Es cierto que a veces el estilo pictórico es menos amigable para con la narrativa, por lucir algo más estático, porque los autores que emplean ese estilo suelen prescindir de algunas ayudas como la línea cinética o las onomatopeyas y por el realismo que le imprimen a géneros que se mueven en la fantasía. A mi entender, cada cosa tiene su lugar y, por un lado, no se puede esperar el mismo resultado yendo por caminos distintos y, por el otro, jamás me pareció que el trabajo de Ross fuera malo… Al contrario, siempre tuvo unas puestas en páginas increíbles, excelente narrativa, enfoques y encuadres efectivos, originales y novedosos, sin mencionar que hay un antes y un después de la irrupción de Alex Ross en la industria del cómic yanqui… Es un fuera de serie que convierte en oro todo lo que toca… Pero para aquellos que ponían en duda su calidad de historietista, este trabajo viene a cerrarles la boca rotundamente. Para empezar, en esta historieta hay escenas de todo tipo, costumbristas, hogareñas, fantásticas, de acción, de contemplación, hasta coquetea un poco con el terror, y todas son extraordinarias y están llevadas adelante con maestría. La versatilidad que siempre mostró para las puestas y los enfoques, acá los mejora exponencialmente creando páginas tan buenas, que todas y cada una de ellas son material de exposición, y la rompe toda con la narrativa, donde las escenas de acción tienen un ritmo, velocidad y vértigo impresionantes, además de crear los climas justos que cada una necesita.
El único aspecto creativo en que recibe ayuda es en el color
que aplica en colaboración con Josh Johnson y también es una maravilla.
Utilizan una gama de colores muy pop y, al estilo de las impresiones a cuatro
colores de los cómics del siglo XX, usan tonos de verdes, rosas, celestes y
amarillos aplicándolos en los fondos en bloque, cubriendo, por ejemplo, toda
una pared de un color, otro para el piso, otro para el techo y así… La misma
gama de colores la utilizan para los personajes, pero combinándolos sobre los
cuerpos para conseguir la iluminación, sombras, profundidad y texturas que
necesitan. El resultado es Andy Warhol, es arte pop, es Marvel de los 70´s, es
contracultura… y es bellísimo por donde se lo mire. Ya era un incondicional de
Alex Ross, pero a partir de esto lo amo mucho más!
La edición hecha por Abrams ComicArts está a la altura de
las circunstancias. Es un hermoso libro en tapa dura, con sobrecubierta de
solapas desplegables que Ross utiliza para resumir el origen de los FF, papel e
impresión de primera y un diseño fabuloso. Una obra de esta magnitud no podía
hacerse esperar y Panini (Tanto su rama española como la mexicana) lo
publicaron a los pocos meses de su salida en USA, sin embargo, mientras escribo
esto (Diciembre 2022) aún no ha sido distribuido en Argentina… Esperemos que lo
remedien lo antes posible.
“No solo camine sobre
tus pasos, sino que tu esencia se adueñó de mí. Lograste que notara, como señaló
el Dr. Richards, la estupidez de mis celos. Fui un mejor hombre cuando fui tú.”
- SEGUILO TAMBIÉN EN : HISTORIETAS-HISTORIAS EN VIÑETAS | LOS PODCAST DE ARCHIVO DE COMICS.
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